jueves, 27 de septiembre de 2018

La hilanderas de la muerte


Por: Fermín López

-“Ah si el sistema perdió plata conmigo... ¡Y mucha! Mejor eché pa`l monte y jeliz! Le digo a una vieja amiga y su esposo que vinieron a visitarme por estos días a la jinca. -“Yo pude haberle producido unos cuantos milloncitos al sistemita, pero ah! qué peeeereza! Pa` que se lo sampen una tracamandada de ladrones malparidos sanguijuelas y chupasangres tiempo sobra! No aguanta estresarse uno al son de los cocos, pa que se roben la plata unas mentes inferiores que no han podido pasar del nivel uno de la maldita apariencia y el amor por el cochino dinero!. Quiero verlos empacaos en un cajón con cuatro vidrios a ver si son capaces de arrastrar todas sus posesiones y riquezas como los antiguos faraones que no pudieron ni así hacerle el quite a Anubis, el antiguo chacal que iba hasta por las almas de los pomposos y vanidosos soberanos egipcios a pasarlos al papayo”; termino mientras me sorbo otro trago de café y el esposo de mi amiga que es extranjero me mira tratando de hilar tanto slamg autóctono que vocifero y mi amiga (radicada hace años en el extranjero) le explica en slamg a lo mero mero pa` que termine de entender la idea.



Más tarde voy con ellos al pueblo y les doy un recorrido por entre algunas calles y casas que se resisten al paso del tiempo. Les muestro algunas escuelas y colegios por donde han pasado muchas generaciones y han salido algunos políticos que parece que pasaron por la escuela, pero tirando piedras…



-“Es inconcebible, que a esta altura del camino gente que anda en el poder dirigiendo nuestros destinos y algunos que han pasado dizque por tantas universidades y especializaciones y maestrías y dotoraos y  no sé qué más hijueputas, no piensen sino en el signo pesos y en poseer como enfermos; algunos tienen tantas cosas que ni saben lo que tienen. Qué antepongan eso al desarrollo, al bien colectivo, a la salud, el medio ambiente, la armonía y el equilibrio si da es como verdadera lástima de estos pobres miserables seres ¿no?” inquiero a mis acompañantes mientras mi amiga toma una foto de una calle que de tanto verla me sorprende como la veo ahora en la foto y capto en esa toma la nostalgia de mi amiga por su tierra.


-“La ética es una ciencia perdida. Este es un mundo de sobornos, de coimas, de amenazas…” Le leí una vez a Borges en una entrevista...” me dice el esposo de mi amiga mientras le pide a ella cariñosamente la cámara prestada para tomarle una foto a la plaza de mercado que me parece se le hace familiar a kilómetros de su patria.



-“Me cae muy bien el cuatemucharejo. Oye, me alegra que por fin estés en buenas manos y alguien que de verdad te valore” Le digo a mi amiga que se cruzó en el camino hace unos años y desde entonces la amistad sigue presente. “Nunca es largo el camino que conduce a la casa de un amigo.” Escribió Decimus Iunius Iuvenalis o como le decimos sus cuates: Juvenal el antiguo poeta romano.



Con mi amiga estudiamos algo de fotografía hace muchos años, en uno de esos cursos fue que nos conocimos, recuerdo mucho unas jotos que tomamos po´allá en un cementerio y un parque natural. Luego ella entró a comunicación social y yo me desvié a agronomía y seguí fotografiando pero hojas de plátano, papayas y espantapájaros…Luego ella se fue a Bogotá a chupar frío y luego saltó al extranjo. Muy pila, pispa y excepcional ser humano. El año pasado nos topamos después de muchos años en México… Ah, no les he contado que estuve andaregueando mucho el dos mil diez y seis y dos mil diez y siete, por eso casi no escribí. 



Pues eso les cuento, po´allá estuve en la tierra del picante y el Náhuatl. Jartando sopita azteca y posole, de rechupete pa lamerse los dedos ¡Fermincito también pasea! ¿Pero cómo pasea ese pobre campeche si mantiene allá en la jinca cultivando plátanos y yucas?” dirán algunos. Dirán que parezco esos gamines que se fueron a repartir cuchillo al mundial de Brasil, unas gambas que uno no se explica cómo fueron a dar por allá, pues parecían esos fichos que piden cada ocho días una moneda pa´ ajustar pa´la boleta del estadio pa´entrar a ver un partido en la tribuna sur…Y muy seguramente estuvieron de nuevo en el mundial de Rusia voleando puñal.



Pues sí mucharejos, a México fue a parar este montañero pero no a repartir cuchillo precisamente. Es que el campo es muy barato y uno ahorra un montón. Vean paren pues pelotas: el promedio en pasajes urbanos son ocho miles diarios, por treinta días del mes, doscientos cuarentamiles, por doce meses que tiene el año: dos millones ochocientos ochenta, ahí está el pasaje aéreo ida y vuelta a los Méxicos y sobra pa los chiclets; que por cierto no fueron inventados por Thomas Adams sino descubiertos por éste a una visita que hizo a México; se dice que los Aztecas lo usaban pa limpiarse la jeta, más exactamente las perlas o dientes que llaman, además la palabra chicle es de origen náhuatl (la macrolengua yutonahua que hablan según leí por ahí como un millón y medio de almas).



Pues sí mis estimados y estimadas quesadillas, con lo que Fermincito ahorró en un año en el campo haciendo de cuenta que me tocaba pagar pasajes urbanos todos los días como antes lo hacía en la decrépita y agonizante ciudad, me jui a pasear a la tierra del siempre admirado Cantinflas. ¡Ah pa´ que fue pues que estudiamos! Y como les había contao la otra vez que juí a conocer el Pacífico, yo ahorro la plata de la pensión en una alcancía y cada año saco alguito de ahí y me hago un viajecito. Con de esa platica acompleté pa pasear bien sabroso. ¿Vustedes creen que voy a regalar el dinero de la pensión a esa manada de randas que en vez de usar bien el villegas se la embolsillan pa hacer campaña y vivir como reyes con los ahorros de los plebeyos? Además que va a llegar uno a los sesenta y pico que es la edad de jubilación en Locombia, con ese aire tan contaminado, esas EPS quebradas, ese salario mínimo de chiste, tanto transgénico en la comida, tanta maldita gaseosa y esos infernales canales de Caracol y RCN vociferando mentiras, sembrando la cizaña y estresando a los televidentes!. Si llegamos a los cincuenta nos damos por bien servidos. Así que para qué esa berrionda pensión. Esa plata en caso de uno llegar a viejo bien trambuleco y chuchumeco no sirve sino pa pagar los taxis a la EPS y comprar medicamentos que toca adquirirlos a uno mismo porque el sistema de salud está más quebrado que güeva de luchador. ¡Valiente gracia! Esa platica deben darla es ahora que uno está joven y culicontento pa´ pasiar y pasar bien bueno. Además esa plata de las pensiones a lo bien debería era salir de los despreciables congresitas, políticos protervos, gusanos expresidentes y coprófagos banqueros que no hacen nada sino robar al pueblo día a día; pa´ saber que mueren desquiciados tratando de llenar el saco roto de la ambición y no les alcanza la vida.



Ah juepucha si me despaché, ahí perdonarán tanta retahíla, pero estaba como atascao, como hace rato no escribía y esto pa mí es una especie de exorcismo, pues ahhhh, se siente como un fresquito. ¿En que iba? Que se le perdió el hilo a esta Moira… Ah ya me acordé les andaba chicaneando que estaba por las tierras de Mictlantecuhtli o Popocatzin, el dios azteca de la muerte, que ahora han despertado los mafiosos, esos faraones modernos que tiene el poder para cambiar y tumbar sistemas pero que su ciega ambición no los hace ver más allá de lo superfluo y lo banal que termina sin trascendencia y en el olvido.



Ya me estaba como embolatando otra vez, yo si hablo más que un radio fiao. Les contaba que platicaba con mi amiga y su esposo. Ahora entramos en un café de un viejo amigo del pueblo y seguimos echando cháchara, el deporte nacional de mi Locombia que habla hasta por los codos pero nos ensartan por ya saben donde cada año con impuestos alzas y sueldos miserables.



-“Me tomé un break en la maestría” Dice mi amiga que cuenta como a veces todo se vuelve una presión y un afán donde finalmente la carrera es con uno mismo. –“Para qué sirve un trabajo final más allá de la nota y comprobar unos conocimientos a punta de memorias y recitando teorías de otros. ¿No es mejor ser más prácticos y desarrollar pequeñas ideas que ayuden a la sociedad, intentar nuevas cosas y ensayar (así nos equivoquemos) teorías novedosas y salirnos de viejos esquemas?” anota ella.



-“Estudiar sólo por notas es como trabajar sólo por dinero” apunta su esposo y se toma un trago de una aromática de frutas que le ha sabido a gloria y con mi amiga empiezan a descubrir los ingredientes para copiarlo en tierras aztecas pero quedan frikis mortis al llegar al maracuyá… Mientras sorbo un trago de café oscuro, así como me gusta a mí: para teñir costales, le susurro a mi amiga: “Este loco me cae bien, no habla casi, pero cuando habla es efectivo. Como el dermatólogo: va al grano.” Se ve que es bien pilo también.



El medio día consume la mañana, la tarde acaba con el medio día y la noche se traga la tarde mientras entre charla y charla, café y café, aromática y aromática con los parcecuates tratamos de arreglar el mundo. Siempre es bueno ver la esperanza en medio del mierdero y saber de personas que en varios rincones del mundo construyen el futuro mientras los ineptos poderosos se consumen en su codicia y no son capaces de hacer nada por su planeta y sus congéneres. Les escucho a mis amigos muy buenas ideas y el man me cuenta de proyectos que están desarrollando en México desde el área de sistemas integrando pequeñas comunidades y van desarrollando economías en red. Se siente un fresquito al saber que en muchos rincones del mundo pequeñas comunidades en las montañas viven el día a día sin presiones y jelices, teniendo tiempo para disfrutar de la vida aplicando tecnología en producción, seguridad y educación mientras los mágicos, banqueros y políticos corruptos se desangran y se pierden por la locura del poseer sin saber que desperdician su tiempo malgastándolo, pues también al final del camino los esperan Cloto, Láquesis y Átropo, las hilanderas de la muerte.