lunes, 21 de noviembre de 2011

No country for tyrant man

Por: Fermín López

Se fue este año mucharejos, ya noviembre, ¿No? El tiempo sí que pasa rápido, ¿Qué hace que estábamos gateando y de nudito atrás?


Y no hicimos fue nada, este año se fue en veremos, no solucionamos lo del invierno, el fútbol nada que levanta (ni levantará), no bajó el costo de la vida, nada que sube el empleo y cada día los pobres locombianos mas endeudaos y con la soga al cuello, este año tampoco se pudo pagar deudas…Cada vez todo más caro, todo pa´ arriba. Eso abre uno dos huecos, pa tapar uno; ¡qué cosita! ¡Ah Locombia, la tierra prometida! Tierra prometida pa´ los ladrones de cuello blanco, los políticos, los banqueros, la corrupción, la mafia, los periodistas sensacionalistas y los guerreristas. Te estás volviendo imposible pa´ vivir. Escasamente sobrevivimos. “¿En Locombia qué es barato?” Me preguntaba una vez un gringo sorprendido de nuestra carestía, y al ver que en dos días se gastó lo que tenía destinado pa sus vacaciones de dos semanas.- “Ah muchacho, en Locombia lo único barato es el salario mínimo” Le respondía yo en un inglés paisa, y el mono apenas se rascaba la cabeza confundido…


Y como si fuera poco, éste año tampoco dejaron estudiar a esos pobres mucharejos universitarios. En paro, como cosa rara. Odio esa palabra, “Paro”. Cuando estaba en la U, cada rato la escuchaba y de paro en paro iban privatizando de a poquitos. ¡Ah perros asquerosos y engañosos los que legislan sobre la educación en Locombia! Ya sabemos que ustedes no quieren sino que estudien los hijos de los ricos, de los hacendados, los dueños de ésta finca. El resto que ni aprenda a sumar ni a multiplicar, pa´ pagales bien poquito y hacerlos trabajar como mulas, pa seguiles haciendo crecer sus arcas. Que no aprendan a leer bien pa que no sean un problema en el futuro… ¡Ah Locombia finca de unos cuantos hacendados que heredan de generación en generación su mugriento poder. Por si no lo sabían, mis estimados pandechólocos, un puñao de familias son las dueñas de Locombia. Locombia es un paraíso, pero administrado por Satanás, Belcebú, el mismísimo Canchilas…


Y una de las misiones de estos zarrapastrosos gobernantes es privatizar la educación, acá todo es un negocio, pero el negocio de unos pocos: la salud, la educación, la guerra, la paz, el TLC. Claro que es que también hay mucho revoltoso lanza-rocas que no pasa sino por la universidad tirando piedras. Nada de propuestas concretas y peleando que todo sea mamey. Ah sí me acuerdo cuando estudié en una Universidad pública que habían unos enteleridos barbados casi de cuarenta años calentando puesto y ocupando residencias mientras miles de jóvenes de escasos recursos se quedaban sin puesto. Ni tanto que queme al santo, ni poco que no lo alumbre…


Además, home, en pleno siglo XXI ¡Y lanzando piedra! ¡No jodás! La era de piedra pasó hace rato, estamos en la era digital, cibernética, informática, estamos en el futuro. ¿Pa que fue que se despelucó Einstein, se comunicó Hawking, pa que se descuidó Steve Jobs con la comidita y la dormida y adquirió el cáncer de páncreas, pa que los patrones de WikiLeaks ponen la info ahí de papayita? La revolución señores es con bits no con rocas. ¡A hackear, informar, formar y educar pues!...Y también a ver si se hacen unos letreritos bonitos. Da tristeza ver en las marchas pancartas con aerosol, se supone que son universitarios y saben los daños que eso le causa al planeta ¿Y acaso en la U no hay departamento de Artes? Allá deben saber algo de Serigrafía, de Murales, de Transfers, de Plotters. Tampoco es que salgan a una marcha con un letrero de neón, pero home algo más presentable que una verraca tela pintada a la carrera con mala letra en aerosol evocando los nostálgicos y utópicos 60´s. –“Ah éste Fermín es todo facho…”, dirán algunos. Nada mucharejos, ni de izquierdas ni derechas, ni mediocampista. Yo no sigo monarquías, ni democracias, ni dictaduras. Nada. Yo soy nada. Un simple ser humano. Un pobre anarquista que guarda en alguna parte, una migaja de esperanza pa este pedazo de tierra llamado Locombia y este diminuto e insignificante globo en el universo conocido como planeta Tierra. Yo, señores, sólo soy un chiste, un enclenque, un remedo de escritor que ante la crisis se rindió, decidió coger monte y empezar una nueva vida sin dejar la anterior. Yo sólo trato de ser un discípulo zen en una fila de un banco con diez cajas y sólo dos cajeros disponibles, un monje zen en un transmilenio en hora pico, un maestro zen en una oficina de la Telefónica o los “servicios públicos” haciendo un reclamo…Soy un manojo de contradicciones, un campesino que en los raticos libres que le deja el desyerbe, la siembra y la vida rural decidió compartir con un puñao de lectores mis quejas, mis rabias, nostalgias y tristezas, las cuales tecleo a diestra y siniestra, palabras sueltas y deschavetadas de lo que pienso, desde una montaña de Locombia…


Así que mucharejos, a protestar, es un derecho y un deber que tiene todo ciudadano, pero a ver si le metemos más ingredientes novedosos. Otras cositas donde no haya violencia y se traspasen las fronteras. ¿Qué se va a desquitar home con un pobre tombo que es mandado? Ellos sólo hacen su trabajo. ¿Qué se va a poner a ensuciar la ciudad con grafitis?. Impriman periódicos, revistas; hagan programas de radio, noticieros locales independientes de la política y la economía de los grandes jeques que manejan los hilos de la información. Hagan murales bien pispos, creen páginas, blogs, comunidades virtuales. Tanto qué hacer home. Sobre todo en la información y la tecnología. Trabajen calladitos y cuando menos piensen los dueños del poder ¡Zas! ¡Perdieron! ¡Te vi Tola! ¡Patos a volar! ¡No los necesitamos!. Cada uno de nosotros tiene el poder. Así, breve, breve, sin violencia, sin muertos, sin heridos, sin noticias acomodadas, sin mentiras ni patrañas. Veo vientos de cambio mucharejos, y eso que yo perdí la esperanza hace rato. Ahí vienen Los Indignados y junto con ellos otros combos con pasos de gigante. Que un día se despierten nuestros gobernantes y vean como su maquiavélico poder pasa a nuestras manos con ideas frescas y claras para el bien común. Ojalá que un día se despierte el mundo con otro sistema distinto al capitalismo, al comunismo, a las monarquías, al socialismo, las democracias, las dictaduras y tiranías. Otro sistema nuevo, menos letal y más humano, donde el Anarquismo sea su base. Malditos dinosaurios, es hora de que su poder se extinga. “…La persona que amas, puede desaparecer, los que están en el aire, pueden desaparecer en el aire, los que están en la calle pueden desaparecer en la calle, los amigos del barrio pueden desaparecer, pero los dinosaurios van a desaparecer…”


Ah home si esos paros me frenaron el estudio hace años. Me hicieron desertar de Filosofía, de Literatura, de Música, de Sistemas, de Teología. Uno bien desubicado y esos malditos paros no me ayudaron fue en nada. Pique aquí y pique allá, el gobierno privatizando de a poquitos, improvisando en las reglamentaciones y finalmente frenando el estudio. Ojalá algún día le pongan su tatequieto a éstos desgraciados gobernantes de nosotros. Claro Locombia, que vos lo que querés son muchachos brutos, presas de cañón y copias de personajes de telenovelas y seriados de Caracol y RCN, cronistas de fútbol, presentadores de farándula e intelectualoides ensimismados ¡Qué tristeza! Menos mal hoy tenemos al alcance todos los medios de comunicación y tecnológicos a nuestro alcance. Aprovechemos pues pa dale una vuelta a esto. Antes de que los dinosaurios empiecen a legislar y ponerle traba a todo, pa ellos seguir manteniendo el control. …We don´t need no education, we don´t need no thought control…”


Después de perder varios semestres en la U pública a causa de los paros, me fui a una privada. A duras penas aguanté unos semestres de Comunicación Social, hasta que aguantó el bolsillo. El palo no estaba pa cucharas. ¡Ah Locombia yo soy uno de tus hijos rezagados, frustrados, fracasados! ¿No te sentís orgullosa de mí, vieja loca? Soy un don nadie, un pobre loco tecleando letras y vociferando sandeces, a la guachapanga. Me enloqueciste a mí también. Me hicites coger monte. Me exilié. Acá lejos del mundanal ruido de la ciudad, de los carros pedorros que nos matan lentamente con su smog; de las putas carreras de la ley del codazo que reina en tus calles, de tus altos costos de la gasolina, el transporte y los peajes que suben todo; de tus leyes absurdas y acomodadas (un ladrón de un celular paga un buen tiempo de condena en las celdas mas inhumanas y un ladrón de cuello blanco paga sólo un tiempito –si es que paga- en un apartamento estrato 6 con todas las comodidades del mundo). Me fui de juída de los bancos Hijos de Puta que roban el dinero de millones de personas trabajadoras y honestas quienes depositan sus pagos, y estos malnacidos bancos ganan sumas exorbitantes con el dinero de los demás sin compartir sus ganancias (es como si yo le guardara la platica de la gente de la vereda y la invirtiera en negocios y me enriqueciera y en vez de compartir las ganancias me invento trabas pa sacales cuanto centavo pueda.. Así funcionan los Malparidos bancos, pero a una escala mayor…Y como si fuera poco les obligan a sus “clientes” pagar por todo y tener tarjetas. ¡Tarjetas! ¡Maldita sea! Pa que rayos una maldinga tarjeta. ¿Pa pagar un manejo y ver como sus ahorros se merman día a día? Si la tiene le aconsejo que la entregue. Y si no le obligan a tener su dinero en un asqueroso banco, le aconsejo que la saque y la meta en el colchón. No he conocido gentuza más raponera, astuta, falsa y mezquina que los dueños de los bancos. Esos zarrapastrosos, malolientes y canallas no se toman un tinto de cuenta mía…


“Oigan a este cantaletoso de Fermín otra vez todo trambuleco”, deben decir ustedes. “Chilla más que un canastao de pollos”… Ve home, y hablando de pollos espérenme acá yo les echo maicito a los pollitos que deben estar caídos de hambre…Además a ver si mato una rilosa pal cumple de Vanessa que está por estos días en la finca. –“¿Vanessa?” Dirán algunos, los que llegan distraídos a éstos jartos relatos Ferminescos. ¿Que me voy a poner home a desatrasarlos de ésta telenovela! Les aconsejo que lean estos relatos en el blog de atrás para adelante y repasen…A ver si entienden algo. Porque yo no entiendo nada…


La muchacha anda de japi verdei tuyú. Lo dije en quechua, ¿Cómo me vieron pues? ¡Pa que fue pues que estudiamos! Así que vamos a hacer un almuercito y una tortica de chócolo pa celebrar sus treinta y tantos. Sí señores, treinta y tantos como su servidor. Vane y yo pertenecemos a la generación perdida. Los afortunados que nos tocó la transición entre la era de piedra y la cibernética. Los que alcanzamos a jugar con la imaginación. Los que empezamos estudiando tres estados: el sólido, el líquido y el gaseoso y luego nos corcharon en el ICFES (que no sirve pa un culo) con el plasmático. La generación que se mató estudiando el mapamundi aprendiéndose todos los países y nos enredamos cuando se desintegró Rusia y Yugoslavia…Así como se va a desubicar más de uno cuando se desintegre Locombia, si es que no hacemos nada. Terminaremos en varios estados, cada parte va a coger su tajada: Los políticos, los banqueros, los paracos, los guerrillos, los grupos económicos, hasta los cánceres de Caracol y RCN. ¡Partan pues éste verraco pedazo de tierra que se masacra entre sí, y dejémonos de matar entre hermanos!


-“Oiste Fermín, ¿Qué bueno, escribiendo de nuevo?” Oigo la voz de Vanessa desde la puerta. –“Pues ahí muchacha, ahí, desahogándome un poquito, estaba como cargao…” Le digo sin despegar los ojos del monitor. –“¿Te demorás mucho ahí en el compu? Dice Vane, parada en el corredor de la casa, y veo como el sol de la mañana enciende sus ojos grises mientras sus manos llevan unos troncos de leña. -“No, no me demoro, termino y enciendo el fogón. Y te me sentás señorita que vos hoy estás de cumple, así que yo te hago el almuercito. Vas a probar mi famosa Hen´s Soup Potatos and More, más conocido por estas tierras como el sancocho de gallina…” Le digo, y ella ríe con mis bobadas y en su rostro se dibuja mi esperanza. Le recibo los leños y enciendo el fogón. Pongo el portátil en una mesa de la cocina y le leo éste texto, mientras debatimos un rato…


Medio día en algún lugar de Locombia. El sol parece dar tregua al invierno por unas horas. Un par de treintones junto a un fogón de leña en una finca de bahareque, cocinando, riendo, hablando de la situación actual, maldiciendo y compartiendo…Entonces improviso un titulo pa éste manuscrito antes que se me queme el sancocho de gallina: No country for tyrant man.