-"¡Y se acabó el mundial pues!" Le digo a don Oscar Zapata,
oriundo de Remedios Antioquia, tierra de oro, ganadería, madera...-"¡Y de
brujas viejo Fermín!" Replicaba cierta vez el viejo. -"Allá ponen a
más de uno a cargar un racimo de plátanos todo el día...Cuando no es que algún
brujo se convierte en uno. Cómo le parece que a un tal Josías lo buscaba la
policía como aguja y cuando lo encontraron, lo persiguieron y lo acorralaron en
una choza de madera cerca del rio Ité. ¡Como veinte aguacates ahí apuntando
porque de esa no se salvaba!...Y cuando entraron a la choza lo único que había
en ese rancho caído era un racimo de bananos ahí colgao. Eso le dieron vuelta a
todo el rancho y no atisbaron ningún escondite: ni huecos, ni pisos falsos, ni
cielos rasos. Y al mucho rato cuando iban subiendo montaña arriba, a dos policías
les dio por devolverse y adivine viejo Fermín, ya no estaba el racimo de
bananos. Viejo mañoso ese Josías, se les voló convirtiéndose en un racimo de
bananos ¿Puede vusté creer?..." -"Hombre Oscar, ¿Cómo no le voy a creer?
¡Si hay unas malañas que se pierden cada cuatro años convirtiéndose en balón de
fútbol! Sino vea las directivas de la FIFA, eso cada mundial hacen y deshacen y
se esfuman dejando el reguero de huesos, porque ellos arrancan con la
pulpita..."
Don Oscar fue mi compañero en este mundial Brasil 2014. Nos vimos casi
todos los partidos acá en la hacienda Isabelita, la del doctor Manuel, un viejo
hacendado que las pocas veces que ha venido por acá (gracias a sus muchas
propiedades por allá) ha sido amable conmigo cuando me lo he topado, no es un
tipo remilgado ni prepotente. Y acá don Manuel dejó tremendo televisor, dizque
porque se iba a venir a ver el mundial a la hacienda y al final decidió ir a
verlo en vivo y en directo a Brasil. ¡Lo que es ser uno pudiente! Pero
mentiras, ¿Qué se va a ir uno por allá a que lo estrujen en una gradería, a
pagar semejantes boletas tan caras pa que le toque a uno po´allá en la pajarera?
-"Home Oscar, ¿Vas a dejar este mes ese televisor solo ahí apagado
que de pronto se te dañe?" Inquiría días antes del mundial con maña a ver si don Oscar me invitaba a ver los
partiditos en la sala de sus patrones.
Tremendas caminatas, de cuarenta y cinco minutos trocha arriba, a tres
veredas de la que yo vivo pa` ver los partidos en un TV de cincuenta pulgadas
full imagen y que no le faltaba sino que pasara un vendedor de helados o de
agua por el frente, pa` quedar igualito que uno en el estadio. ¡Ah es que uno
si es muy montañero!
"Pues si viejo Fermín, estuvo bueno el picao, ¿pa` qué? Por lo
menos llegaron a la final dos equipos que no ayudaron los árbitros...", me
decía don Oscar mientras me ofrecía un racimo de bananos pa` jartar...
-"Yo paso don Oscar..." le decía mientras miraba con terror los
bananitos. -"... ¿Qué tal que depronto vaya y me le coma un brazo o una
mano al tal Josías?" Y agregaba. -"Sí, estuvo como limpia la final
porque de ahí pa´ atrás el barrialero es mucho. Ah pero que nos vamos a poner
acá a decir lo que todo el mundo vio y despotricó. Cada cuatro años es lo
mismo. No se oyen sino los quejidos, las maldiciones y las rabietas pa` estar a
los cuatro años otra vez herniándose haciendo fuerza y bulla por algo que está más
preparado que tamal de Pitonisa..." -"¡Y de las Remedios
Antioquia!" Reponía en tono burlón don Oscar que a esta altura ya ha
terminado con las extremidades superiores del brujo Josías.
-
"Los mundiales son como las elecciones don Oscar, antes de empezar ya
saben cuáles van a ser los descabezados y al final quedan los mismos de
siempre. Y uno que sigue cayendo. Pero bueno, ¿qué le vamos a hacer? si somos adictos del buen futbol y ese se ve
cada cuatro años y una u otra vez en una Champions League, en donde lastimosamente
también meten la mano y los billetes estos malditos dirigentes deportivos.
Porque de resto don Oscar no hay de que hacer un caldo. -"¡Uy sí viejo
Fermín!, esos torneos locales tiene más emoción una misa. ¡Qué partidos más jartos!
A mí me gusta el torneo alemán y el inglés, porque esa liga española si ha
bajado mucho la calidad ¿cierto?" -"¡Uy si don Oscar! eso es pa` que
cogieran a los capitanes del Real Madrid y del Barcelona y tiren un carisello a
ver quién queda campeón y se ahorran un año ahí gastando grama y guayos contra
equipos que no tienen la capacidad económica pa` comprar jugadores calidosos,
que hasta se dan el lujo de poner estos dos equipos en la banca. Aunque este
año les salió bravito el Atlético de Madrid". -"Sí viejo Fermín, se
les llevó el título local y pa mi ese fue el campeón de la Champions, los
informes y las estadísticas dirán que el campeón fue el Real Madrid, pero la forma
en que perdieron no fue muy justa que digamos después de haber dejado el
pellejo en la cancha y de haber merecido el título. Pa mí: Oscar Zapata Ospina,
el campeón de la champions 2014 fue El Atlético..." Dice el cucho mientras
exprime unos limones en una jarra de plástico.
Don Oscar es una persona entendida y con una inteligencia bárbara, lleva
poco más de diez años administrando la hacienda Isabelita, una de las pocas
haciendas de ricos que hay por estos lares. Con él puede hablar uno de fútbol y
de muchos otros temas, su vida llena de historias de andanzas, desde que salió
de su natal Remedios, es un viaje a un mundo donde la realidad se mezcla con
las leyendas. Él siempre se ha dedicado a administrar fincas, es un trabajador
verraco, muy honesto y emana una buena vibra que siempre genera confianza. Cada
que converso con él, me recuerda un poco al señor Lee, aquel personaje de John
Steinbeck que decía: -"Ignoro cuándo
el ser un sirviente, fue considerado una ignominia, cuando es el refugio del
filósofo, el alimento del ocioso y, desempeñado adecuadamente, llega a ser una
posición de poder, incluso de amor. No alcanzo a comprender por qué personas
más inteligentes no lo siguen como una carrera..., o aprender a desempeñar bien
y recoger sus beneficios. Un buen servidor goza de una absoluta seguridad, no sólo
a causa de la bondad de su amo, sino debido al hábito de la indolencia..."
Y más adelante agrega el señor Lee, un americano ilustrado, descendiente de
chinos que prefiere ser sirviente y camuflarse en un atuendo chino hablando
pidgin. "...Usted tiene que trabajar
y preocuparse por muchas cosas. Yo trabajo y me preocupo mucho menos que usted.
Y, además soy un buen criado. Uno malo tampoco trabaja y se preocupa, pero
también es alimentado, vestido y protegido. No conozco ninguna otra profesión
que se halle tan abarrotada de ineptos y donde la excelencia sea tan
rara."
Los dos coincidimos en que el mejor jugador de todos los tiempos no es
Pelé, ni Maradona, ni Messi. Para nosotros el mejor jugador de todos los
tiempos es Mágico González, el salvadoreño de quien Maradona afirmaría:
"Es mejor que yo, es de otra galaxia..." Mágico deslumbró al mundo
deportivo en los ochentas pero su vida fiestera y su problema con el sueño no
era compatible con la disciplina impuesta por los altos directivos deportivos. "Reconozco que no soy un santo, que me
gusta la noche y que las ganas de juerga no me las quita ni mi madre. Sé que
soy irresponsable y un mal profesional, y puede que esté desaprovechando la
oportunidad de mi vida. Lo sé, pero tengo una tontería en el coco. No me gusta
tomarme el fútbol como un trabajo. Si lo hiciera no sería yo. Sólo juego por divertirme"
Decía honestamente Maravilla González quien no dejó nunca de ser él, ni se
vendió al establishment del fútbol por la
gloria, la fama o la riqueza.
-"Escojamos pues nosotros los ganadores de este mundial don
Oscar." Le digo mientras dejamos a los campeones teutones celebrando en la
sala y nosotros salimos al corredor de la hacienda a celebrar con una jarra de
limonada pa´ esa chispa tan verraca que no parece que menguara con el atardecer
de este caluroso domingo.
-"El campeón y subcampeón están bien viejo Fermín, ¿no? Los equipos
que llegaron sin ayuda y que a su modo de juego ganaron de fuerza y sudando la
camiseta. Porque Holanda aunque es muy bueno, a mí se me salió con ese piscinazo
de don Rubén (Robben) en el partido contra México..." Dice el cucho
poniendo los vasos en una mesa que tiene un mantel estampado con figuras de
frutas. -"A ese le damos el premio a mejor actor dramático y mejor
acróbata." Le contesto yo y descargo en la mesa la jarra -"¡Aprobado!"
Dice don Oscar sirviendo las limonadas...
-"Déjeme yo doy el de equipo revelación pa´ tragarme unas palabras
que tengo acá atravesadas." Le hablo a don Oscar que mira concentrado el
horizonte que se prepara a recibir el sol entre dos colinas. -"El equipo
revelación se lo damos a mi Locombia. Muchas veces despotriqué de la selección
hace años, porque no veía un equipo que me convenciera después de la sinfónica
de Maturana. Pero llegó don Pekerman y sus mucharejos, que me les quito el
sombrero y me hicieron tragar mis palabras. Espere yo las paso con limonadita pa
que no me sepan muy amargas..." Digo mientras absorbo dos tragos y
continúo: -"Aunque no me convenció de todo el juego del equipo (porque el
partido con Grecia me pareció muy aburrido y los marfileños no empataron de
arepa y ese primer tiempo de Japón fue desastroso) debo reconocer que en el
partido con Uruguay me callaron la jeta y vusté mismo me vio y oyó cantando el
golazo de Jamesitos que de una vez le damos el premio a mejor gol, junto con el
botín de oro. ¿Le parece? Anotado viejo Fermín, y don Oscar cierra los ojos y
lo procesa y lo mete en su memoria, que con más de seis décadas de uso, aún
tiene unos 2 petabytes disponibles. -"No le damos el balón de oro a
Jamesito, porque este país es muy exigente y en la próxima sino se trae cuatro
premios no nos sirve. ¡Ah mi Locombia, desagradecida, exigente y olvidadiza! A
esta hora ya ni se acuerda de Falcaito, Santiaguito Giraldo, ni Nairito
Quintana... Además, si le damos el balón de oro, toca contar por ahí otros diez
muertos en la celebración, porque si algo hay que celebrar de la derrota con
Brasil y que frenaran el avance de Locombia, fue que pararon los muertos de los
festejos que mal contaos don Oscar son por ahí ochenta almas. Haga la cuenta:
nueve muertos promedio por partido sólo en Bogotá (oficiales), pongámole bajito
otros once muñecos en el resto del pais, pa` no trabajar con decimales. ¡Son veinte
tiesos por recocho! por cuatro partidos, igual ochenta peludos que pasaron al
papayo en las celebraciones. ¡Ah jueputa si somos una raza asesina que se mata
entre sí!"
-"Sí viejo Fermín tiene usted razón." Dice don Oscar y ahora
se quita el sombrero y se ventea mientras añade: "...Y démole a don
Pekerman el premio especial a mejor intermediador que logró unir a gente de la
Costa, de Antioquia, del Pacífico, del Valle, Bogotá, Santanderes y todo el
país en torno a un equipo". Habla con propiedad de alguien que ha caminado
a todo Locombia rebuscando la papita y reconociendo cada rincón de esta loca
tierra. -"Sí don Oscar, aprobado el premio especial. Tenía que llegar un
extranjero a ponerle orden a esto acá. Va a tocar modificar la constitución para
elegir un presidente extranjero a ver si arregla este chiquero que lleva más de
doscientos años en este verriondo despelote...¿Pekerman no tendrá un primo o un
hermano o algún familiar político que nos preste así sea dos añitos y se le
mida a cambiar la forma de jugar de este equipo de dirigentes políticos de acá
lleno de troncos perdedores, ineptos, fracasados, incompetentes, malandros e
ineficaces? A ver si los pone a marchar bien…-“¡Qué van a ser capaz con esa
camada de pelafustanes!" Me contesto mientras mi compañero suelta una
carcajada.
-"Volviendo a lo de la selección Locombia..." Le digo a don
Oscar (que coge ahora un banano y yo creo que sigue desmembrando al tal Josías.
-"...El partido contra Brasil, la verdad se perdió en el primer tiempo,
con ese gol tan mañanero y además los mucharejos salieron con culillo, como con
nervios" -"Eso sí viejo Fermín, pero hay que entender también que la
mayoría son unos muchachitos y apenas están pisando un mundial. Y como que se
atortolaron cuando vieron ese estadio lleno de brasileros y notaron que el árbitro
estaba dejando jugar brusco a los de casa." Me dice don Oscar presionando
el suiche de los bombillos del corredor de la finca Isabelita, y ahora el sol
se esconde del todo en medio de dos montañas que dan en el horizonte.
-"Cierto hombre, me atortolo yo cuando juego en el campeonato que a veces
organizan por acá entre las veredas con veinte peludos de espectadores..."
-"Ah verdad que vos también jugás futbol de vez en cuando, ¿de qué jugás
hombre Fermín?" Inquiere el viejo. -"Actualmente estoy jugando de
diez en el Sporting Vereda las Brisas Fútbol Club..." -"¿De
diez?" responde sorprendido Oscar. -" Sí home Oscar, de diez a quince
minutos, ya el físico no me da ni pa` correr un tiempo entero..."
"Sigamos y olvidemos la derrota como dicen los argentinos que
repasan los partidos que ganaron y se echan flores, y ¿pa` qué?, hay que reconocer
que cada partido que jugaban mejoraban y se batieron una final de guerreros. Pa
mí, es más meritorio lo que hizo esta Argentina en Brasil 2014, que la
Argentina que ganó en el mundial del 78..." Y Oscar me empieza a contar de
aquel mundial tan oscuro como el destino de los muertos de la dictadura de
Videla... -"Entonces démole a esta Argentina de Macherano, Pipita, Leito y
Lavezzi, el premio a los corajudos, que murieron con las botas puestas..."
Añade, cuando una chapola ronda uno de los bombillos del corredor de la
hacienda y se posa en la pared para seguir escuchando tanta cháchara. -"A
Alemania démole otro galardón, se lo merecen: El galardón a la perfección, el
trabajo y la constancia, diez años de dura preparación para llegar al objetivo
final. Y sin ayudas arbitrales." Complemento.
Viejo Fermín, dejame yo doy el de mejor técnico..." -"Hacele
don Oscar que todavía quedan preseas..." Le contesto y el sigue hablando.
"...Indudablemente el mejor técnico fue Jorge Luis Pinto, el de Costa
Rica. Usted se imagina viejo Ferma este señor con un Messi, un Müller, un James
o un Rubén (Robben)? ¡Hubiera hecho bellezas!" Dice Oscar levantando su
dedo índice pa` arriba mientras empuña el resto de la mano. -"Cierto,
porque ese equipo no era de figurones, y los más calidosos eran el portero
Navas y el primo hermano de sopas Campbell..." Y enseguida hago memoria y
me acuerdo de la leyenda de los trescientos espartanos al lado de Leónidas.
-"Mejor director técnico: Pinto. Anotado." Y lo guardo en mi base de
datos de 2.5 petabytes...
-“El balón de oro se lo damos a
uno del equipo campeón pa` que hagan moñona. Aunque James, Robben, y los otros
nominados jugaron bien, yo creo que lo justo es dárselo a uno de los que llega
hasta el final y para mí debe ser del campeón. Los subcampeones ni dándoles un
balón de oro a cada uno les quitan la impotencia y la tristeza tan verraca de
haber perdido faltando pocos minutos pa` terminar el encuentro. Démoselo
entonces a Müller" Dice don Oscar y agarra el último banano del racimo y a
mí me pareciera que fuera a devorar la cabeza de Josías y yo prefiero repetir
limonada.
"Quitémole los guantes a Manuelito Neur que es un excelente
portero, pero démoselos mejor al cancerbero de Costa Rica, es sólo una cuestión
técnica, es que el arquero de Alemania tenía más defensa y tiene más mérito el
de los Ticos. ¿Le parece?" -"Me parece viejo Ferma." Asiente mi
compañero de jurado agragando que este fue el año de los porteros, la mayoría
muy buenos. -"Oiga don Oscar, ya parecemos nosotros a los de la FIFA
quitando aquí y poniendo allá, compensando y dando consuelos. Pero sigamos pa`
terminar de premiar esta farsa tratando de ser objetivos."
-"El título de mejor partido es ese de Argelia con los Alemanes, ¡Eh
juepucha que berriondo tan poderoso!" Concluye don Oscar, agregado de la
hacienda Isabelita. –“Y démole el premio a toda una vida en el futbol al bosnio
Vahid Halilhodzic, que dirigió magistralmente a los argelinos.” Digo mientras doña Martha, la esposa de don
Oscar llega con dos platos de sudado de pollo sonriendo burlonamente: -"¿Cómo
van esos comentaristas deportivos? Están es perdiendo plata ahí sentados. Va a
tocar llevalos a la televisora a ver si los contratan pal próximo
mundial". Y ahora todos reímos y la luna nos mira complaciente.
-"Bueno don Oscar, usted conversa muy bueno pero yo tengo que
madrugar a desyerbar un tajo mañana lunes. Ya estuvo bien de fútbol por un buen
rato. Voy a casa a desintoxicarme del mundial y a retomar labores." Me levanto de la silla y le doy la mano al cucho y a su esposa y les agradezco el poder
ver nítido el mundial de fútbol Brasil 2014.- "Vea Fermín, llévese estos
gajitos de bananos" Me dice doña Martha y yo los agarro y enciendo la
linterna y me empiezo a descolgar camino abajo acompañado del sonido de los
grillos.
Con los nervios de punta avanzando monte adentro, trato de embolatar la
mente y no acordarme del cuento del brujo Josías que se convirtió en bananos.
Entonces empiezo a guardar en la memoria los nombres de los guerreros caídos,
las partidos vendidos, las injusticias cometidas y los pongo junto a los
jugadores, equipos y técnicos olvidados de la historia del fútbol, que siempre
recordaré como los maravillosos perdedores.
1 comentario:
Maestro le cuento que nunca he jugado fúbol además de una que otra vez que en la infancia el equipo estaba incompleto y desprevenido me ponían a tapar. Por un tiempo estuve viendo fútbol europeo que como a ud también disfrutaba de vez en cuando, pero hace al rededor de dos años que saqué el tv de la pieza para desenvenenarme un poquito, no he vuelto a ver un partido desde eso, ni siquiera en el mundial. Pero su texto me lo leí todo y sin nadie tallándome para llegar al final, usted me llevó a través de las palabras como por senderos de atención, siempre manteniendo la línea con el leivmotiv de los bananos, aclarando el contexto con las polillas, con el jugo, con la esposa de don Óscar. Don Fermín muchas gracias por compartir este texto, como siempre lo he disfrutado, y aunque no disfruto mucho el fútbol acabo de aprender datos que me pueden servir para alguna futura conversación con algún terco no que no hable sino de fútbol (que hay muchos) además de comprender de nuevo que el fútbol no es solo comercio, corrupción y un poco de opiáceo, sino un importante y válido cohesor social... gracias.
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