domingo, 30 de agosto de 2009

Pequeño saltamontes

Por: Fermín López


Con los cables trocados en la cabeza, la vida enredada y un futuro incierto veo caer el sol desde el puente peatonal de Ciudad Victoria en mi tierra natal, Pereira. Aquí antes quedaba la galería con su plaza de mercado que luego se fue jodiendo con prostíbulos, drogas y ladrones, volviendo el sitio muy inseguro. Luego planearon remodelar la zona y crear todo un complejo comercial, donde no parecía importar qué ocurriera con los habitantes “indeseados” de aquella franja. ¿Pa´ qué?, la plaza quedó hasta bonita y el centro comercial y el centro cultural; pero se nos llevaron un pedazo de memoria y se cometieron ciertas injusticias con cierta gente. Se dice mucho y no se dice nada de aquel cambio que trajo algunas desapariciones y abusos contra habitantes de la calle que sucumbieron y pasaron al olvido ante aquella Victoria, ¿Victoria de quién?, ¿Sobre quién?, en fin, eso es tema pa´ investigadores, cronistas y periodistas que están llamados a indagar hasta el fondo y aclararnos muchos baches que aun siguen turbios, la lista es muy larga, los misterios son muchos y los involucrados pocos, todos arropados por el poder y el dinero…



Regresé hace poco de Cali y de paso vine a visitar la family antes de volverme pa´ la finquita que me dejó el abuelo en Antioquia. Mientras veo el atardecer, el aire me huele a nostalgia y me revuelca por dentro. “¡Sensei!” Oigo una voz a mi lado y reconozco a Juan Edwin, un viejo parcerito al que hace años le daba clases particulares de guitarra. Para entonces Juan Edwin era un crío, tendría unos ocho años, ya debe tener como diez y seis. Recuerdo que siempre llevaba gorra (aún la usa) y se me parecía a Timmy Turner, el niño de Los Padrinos Mágicos. “¿Qué más home?” le digo, “¿Dónde dejaste a Cosmo y a Wanda?”. “¡Ja, ja, ja!... ¿Tonces qué sensei?” dice mientras nos damos la mano.



Gracias a este loco la tecnología no me aporreó tanto. Cuando terminamos con el curso de guitarra, mantuvimos contacto por Internet, él me enseñó a agregar emoticones, a enviar archivos por el msn, me dijo como meter otra persona en una charla por el Chat, a manipular los Hyper Text Markup Languages, (mas conocidos como documentos html), y otros secretos de la web que estos chinos de ahora llevan como adheridos en el ADN. “Por ahí vi una foto tuya en my space con una bebita, ¿ya encargaste hijos?” Pregunto. “¡Uy no¡ ¡Quieto sensei! Esa es una sobrinita, ¿qué tal uno tan joven y trayendo niños al mundo? ¡Cómo están de buenos estos tiempos!” agrega sarcásticamente.” “Cierto parce, y pa´ eso están los condones…Pero el mundo siempre ha estado putiao mijo, la historia del hombre es circular: Siempre habrá guerras, injusticias, abusos, luego bajará la marea y vuelve y juega. Yo pienso que a su generación y la que viene detrás de ustedes les va a tocar la bajada de la marea, aprovechen parce a ver si le dan un vuelco a este mierdero, así sea por breve tiempo mientras despiertan los hijueputas que nacieron pa´ esparcir el mal.



Me cuenta que se gradúa este año y que quiere estudiar diseño gráfico, que anda estudiando english, que lo tienen de las pelotas con tanto trabajo en el colegio, que anda engomao con la música y tiene una banda y todo, que si seguí con el grupo de rock –pregunta-, “que no porque yo sufro de pánico escénico”, añado, que su family está bien, que qué tal la mía, que si todavía vivo en la finca en Antioquia, que hace rato no me conecto al msn que “Sensei, necesito un consejo” me dispara a quemaropa. “¡Ah juemadre! Un consejo mío, pobre loco, se fue en volqueta, pero cómo le niega uno un consejo a un amigo, así no sea un buen consejo, hagámosle a ver que sale…” pienso. “¡Dígalo!” inquiero al jovenzuelo. “Con tal que no sea de amor” sigo pensando en mis adentros. - “…es que me enamoré de una nena con la que veo clases de música y no se que hacer” me dice Juan. “¡Jueputa! dar un consejo de amor, donde viene un perro pa´ que me orine, es lo único que me falta…” maldigo interiormente mientras respiro profundo y digo calmadamente: “Con que ya te empezó a joder el guevoncito de Cupido con esa maricadita del amor; pa´ eso no hay contra mijo, podés correr, negarlo, maldecirlo y esa vaina se te pega como un tatuaje. Que le digo parce… sólo tirate, sí, así, sin paracaídas, yo creo que el amor (si existe) debe ser un abismo sin fondo. Así que fresco mijo, al vacío, sin miedo, sin agüero”. “¡Uy quieto sensei! Eso no se oye muy bien”. “Fresco parce, ¿Usted no ha escuchado que cuando uno se enamora anda por las nubes? Pues apenas esté allá en el vacío, o aprende a pisar pasito en la nubes o baja en caída libre. Pero no problem, porque como le digo eso debe ser un abismo sin fondo. El problema es cuando le toca a uno abismos con fondo (como los que me han tocado a mí que soy tan racional con esas pendejadas) ¡el tiestazo es el hijueputa!, pero tranquis que uno no se mata, queda herido de muerte, pero no difunto… ¡Y uno es tan conchudo que se vuelve a parar! ¡Bienaventurados los que les tocó el abismo sin fondo!...



Igual no soy como el más indicado pa´ hablarte del amor home, a mis treinta y pico y aun no logro entenderlo; mejor. Yo nací con ese chip defectuoso. Creo que difícilmente lo voy a comprender, por eso sigo alone como dice un amigo, en mi caso el amor y yo escasamente nos dirigimos la palabra, eso es algo. Lo que si he aprendido pequeño saltamontes es que las mujeres sólo buscan una cosa: estabilidad. Aprendete bien esta palabra mijo y no tendrás problemas con las mujeres: ES-TA-BI-LI-DAD. Y si uno no es capaz de darle eso a una mujer, tonces mijo, mejor hágase a un lao, que hay muchos manes dispuestos a darles eso y hacerlas felices, no estorbemos parce. Ellas pueden perdonar vicios, infidelidades, desplantes, caprichos, defectos, errores y un largo etc. si se sienten seguras. ¿Vos te viste Los Puentes de Madison?” le pregunto al pequeño saltamontes. “No sensei ¿Qué tal?” responde. “Muy buena home, una peli del patrón Clint Eastwood, buscala por ahí en San Andresito o mirala on line como hacen ahora, así no sea lo mismo que verla en cine en pantalla gigante y adherido a una silla en la penumbra percibiendo un rayo de luz que sale mágicamente de un proyector que te convierte unos efectos químicos y físicos en un fantástico mundo paralelo. Mirala así sea en dvd con el teléfono sonando y el perro pasándote por encima y la visita entrando a la sala y el niño de un vecino llorando y un vendedor tocando el timbre y el ruido de los carros afuera y el sol dando en la pantalla del tele… Tenés que ver Los Puentes de Madison, que por lo que sé es adaptada de un libro y basada en la vida real, ahí tenés un buen ejemplo de lo que te acabo de decir sobre el género femenino. En el fondo las mujeres son bien racionales y son capaces hasta de renunciar a su ideal de hombre por algo más certero, mas preciso, menos incierto. Pero cambiemos de tema pequeño saltamontes que se me está entrando la nostalgia de a poquitos y eso no ayuda en nada, vine aquí a despejar la mente y a poner en orden algunas ideas, no ha contradecirme y a pelear otra vez con el pasado y la razón. Como decía el Guasón en una historieta que me prestó una vez un amigo: “Recordar es peligroso, yo encuentro que el pasado es un lugar preocupante y deprimente”…


A lo lejos vemos un par de cometas enredadas en unos cables eléctricos que coquetean con el viento, más acá un hombre “minutos” como con 20 teléfonos celulares atados con cadenas a su cuerpo que pareciera sacado de una película futurista, al lado izquierdo de nosotros al fondo vemos un jeep willis parqueado parecido al que yo tengo, pero este en la parte de atrás tiene todo el montaje para ofrecer una taza de café recién hecho a los transeúntes. “Sensei…”, “¡Dígalo!”. “Jodida la vaina con Venezuela ¿no?” pregunta Juan Edwin. “¡Ah! No le hagás caso a eso. Eso parece una telenovela, y venezolana, eso se insultan, pelean, berrean no les falta sino jalarse del pelo y al final terminan de pipí cogido y aquí no pasó nada, con abrazos y sonrisas pa´ las cámaras de los periódicos y los noticieros. No le botés corriente a eso pequeño saltamontes, eso es pura escama de Caracol y RCN y sus lenguas viperinas que cuando se les acaban las noticias prefabricadas, o el rating empieza a bajar, o no saben en qué buñuelo o portón hacer aparecer la Virgen del Carmen o al Divino Baby empiezan a meterle leña a la hoguera a ver si desatan la guerra con Venezuela, dándole importancia a las provocaciones de cualquier payaso. Desde que yo era un crío he escuchado esa cizaña pa´ provocar una guerra con el país vecino; se lamen los noticieros por aplicar técnicas cinematográficas en el frente de batalla mientras como pasa en cada guerra caen miles de inocentes y ellos cobran millones por las pautas publicitarias. ¡Otra guerra! como si no tuviéramos suficiente con la que tenemos hace más de cincuenta años. Ya lo dijo Manolito el de Mafalda: “La guerra es un negocio y los que la hacen son buenos comerciantes”…

El pequeño saltamontes dice que ahora que va a salir del colegio tiene temor de enfrentar el mundo, que ve la cosa difícil; que fresco, le digo, que como decía Roosevelt : “a lo único que hay que temer es al miedo”… que le doy el mejor consejo que me dio el abuelo: “cof, cof, cof…mijo ¡Estudie!, entre mas estudie menos lo van a mandar…cof, cof, cof…”, que enfrente al mundo, que cada día es un comienzo, le digo que lo que le han enseñado en la casa, en el colegio, en la iglesia, los amigos, es una parte muy pequeña y a veces fragmentada de lo que realmente es el mundo, que él debe ir descubriéndolo por sí solo, con sus miserias y sus milagros; que debe aprender a escuchar su conciencia, que no todo es negro o es blanco, que cada persona es un mundo, que su libertad termina donde empieza la del otro, que para lo que muchos es justo realmente puede ser injusto y viceversa, que ahora que los viejos sistemas como el capitalismo y el socialismo y el fascismo y las monarquías y el comunismo están en su ocaso, su generación y las que vienen detrás están llamadas a crear un sistema menos letal y más humano sin fronteras aplicando los principios del anarquismo: la libertad individual del hombre y no hacer daño a otro ser humano; que ánimo home que apenas estás empezando a vivir, que esto ahora es que se pone bueno, que no trague entero, que vea distintos puntos de vista, que reflexione, que si se cae se levante, que no le deje todo a la razón, que no lo atormente el pasado, que no lo intrigue el futuro, que disfrute el presente, que parezco recitando la desiderata, que ja ja ja tan guevón el sensei, que me voy, se está haciendo tarde pa' coger carretera, que saludes a Cosmo y a Wanda, que me alegró verlo, que se cuida sensei, que lo mismo pequeño saltamontes...

3 comentarios:

Delirio dijo...

"Mirala así sea en dvd con el teléfono sonando y el perro pasándote por encima y la visita entrando a la sala y el niño de un vecino llorando y un vendedor tocando el timbre y el ruido de los carros afuera y el sol dando en la pantalla del tele…"
Que buena frase Fermín, ¡que vivan los cines, los teatros y que viva escribir!

Germanico dijo...

Cosmo y Wanda... como verá, no he parado de leer sus cronicas. Lo he anexado a favoritos. Por otro lado, yo también tengo una tierrita en zona roja, y creo que no somos los unicos. Si este pais se esta quedando sin campesinos, es lógico que algún nieto de nuestroa abuelos, sienta la nostalgia, y tenga la sensates, de no abandonar el pedazo de tierra. Por el retorno a la tierrita, papitasfritas presente, presente, presente.

Germanico dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.