Por: Fermín López
Enero 2007
'Las campanas de la iglesia están sonando/ Anunciando que el año viejo se va/ La alegría del año nuevo viene ya /Los abrazos se confunden sin cesar. Faltan cinco pa'las doce el año va a terminar/me voy corriendo a mi casa a abrazar a mi mamá. Me perdonan que me vaya de la fiesta/ pero hay algo que jamás podré olvidar / Una linda viejecita que me espera /en las noches de una eterna navidad.'…
Que agonía ese man, estaba en una fiesta y la pobre viejecita sola en la casa…¿Ah? ¡No hay derecho! Así como no hay derecho que pusieran esa canción desde que faltaban veinte minutos pa´las doce. Cada año le aumentan los minutos, hace un año empezó a sonar desde las 11:45 p.m. ¿Cuál es el verraco afán para que termine el año? los colombianos si mantenemos es como aburridos, ¿No? El árbol y las luces navideñas se arman desde noviembre junto con el bullicio de la música decembrina que no es como la de antes (¡Uy! Eso sonó a viejito). Nada raro que este año empiecen desde octubre a armar el árbol de navidad.
Entonces empiezan con el sonsonete de faltan cinco pa´las doce a destiempo y no hacen sino embolatarlo a uno…Le di el feliz año a mi hermanito como faltando diez minutos pa´l nuevo año porque un bullicioso radio dijo que ya eran las doce, y por allá le meten candela a un año viejo que creo no tenía sino un tote y una chispita mariposa porque eso no sonó como sonaban los de ahora años (¡Uy! Otra vez se me salió el anciano) y el vecino que prende la culebra y TAZ TAZ TAZ TAZ TAZ TAZ TAZ TAZ TAZ TAZ TAZ TAZ….y el grito de “¡Feliz Año!” en la cuadra -“Vaya usted; yo que voy a salir por allá a chupar frío, además a los vecinos los veo todos los días…” le dije a mi hermano, -“Vaya usted y traiga chicharrón!” Cuando otra emisora por allá por el patio de un vecino decía que faltaban cinco minutos pa´ las doce y déle otra vez con el verraco disquito (o sea que el año nuevo llegó primero por mi cuadra que por la bis); cuando me da por prender el televisor y canaliando por accidente pongo Caracol y mientras trato de maniobrar rápidamente para huir del temido canal, alcanzo a ver de soslayo y escuchar a Su Majestad Jorge Barón (¡Cómo está de viejo, le está robando aire a los niños! No lo veía desde hace tres años un 31 en casa de una tía) dando pataditas chibchombianas en plena plaza (¡Qué espectáculo más deprimente!), y anunciando que faltaban ocho minutos pa´terminar el año… y lo paso a RCN (igual de deprimente, igual de temido, entre esos dos canales van a acabar con lo que queda de este pobre país) y ya estaban celebrando el 2007 no, no, no, no…como es que no me fui pa´la finca del abuelo, por allá por lo menos solo se oye una emisora muchas cuadras a la redonda y milagrosamente no entran esos dos canales fabricantes de estiércol.
Pasó otro año más, otro diciembre más y llegó el anhelado enero donde se empieza a calmar tanto bullicio y tanto alboroto. Las “pringadas” de marrano en las calles (como dice un amigo), esos pobres animalitos sufriendo porque no los matan como antes, cuando había un experto que con solo mirarlo a los ojos el animal caía inconciente; no, ahora si no lo pringa (que palabra tan chistosa) le meten como cincuenta y cuatro chuzones antes de encontrarle el corazón al pobre cerdo, hasta con destornilladores pinchan al animalito. ¡Ah, y otra cosa! la gente haciendo comida en los andenes como si fueran desplazados o no tuvieran cocina en la casa, además de la bebedera de la gente que no hace sino quejarse todo el año por plata y llega diciembre y sacan plata de no se donde (¿Será que vienen las tapas premiadas?) y jarte guaro hijuepuerca y ¡Que bullicio tan hijueputa! Oiga, acaso diciembre no es tiempo de paz, de tradiciones, de reunión, de recogimiento, de compartir calmadamente, de conversar…Pero no, de un tiempito pa´ca esto se volvió fue un desorden, un relajo donde el espíritu navideño parece secuestrado por grandes centros comerciales, almacenes y emisoras corruptoras de oídos donde lo tienen trabajando según la conveniencia de ellos.
¡Ay Dios! Las tradiciones. Cada año se van perdiendo más y más. Vamos a terminar acostando a Papá Noel en la cuna de Chuchito…¡Cómo putas va a aterrizar Santa Claus por estos lados si ese trineo es de nieve! o ¿Será que tiene pista privada en el Parque Nacional de los Nevados?. Cuando yo era chico (¡Uy! soné otra vez como a un ancianito!) ese viejo barbón no se veía, uno armaba el pesebre con un burrito, un buey, Chepe, Mary y el niño; los tres reyes magos por allá alejaditos y un angelito. ¡Ah! y el clásico lago con el espejo o papel aluminio y unos patos….Pero ahora ¡Virgen Santa! Un pesebre tiene más cosas que un vómito: soldaditos, carritos, robots, Teletubis, Power Rangers... Hasta el viejo barbudo lo meten por allá bajando descendiendo en su trineo, además un chino de tres años sabe que el Niño Dios es el papá y la mamá y desde octubre está armando la lista de los regalos que necesita.
La comida también poco a poco va mutando, se le escucha a la gente decir “Vamos a cenar pernil,” o “Vamos a tal centro comercial por el pavo para la cena” . ¿Pavo? ¡Eso no es de por aquí! El pavo es originario de America del Norte y en Europa lo tienen desde 1500 y pico ¡Eso es pa´los gringos y los europeos! Esta ave del género meleagris, come bellotas e insectos. ¡Lo de por acá es la cariseca, la rilosa, la cursienta que jarta maíz y sobrados revueltos con cuido; o el marrano, puerco, chancho que atraviesa de todo.
Van quedando atrás esos años donde uno llegaba a la casa y en el comedor sus tres o cuatro platos de natilla, en el pollo de la cocina otros dos platos de natilla, abría uno la nevera y atestada de pura natilla...-“Vea mijo coma natillita que mandó doña sutanita, o si quiere, la del comedor es de maíz, que trajo doña perenganita o si quiere con leche y pasas...” Si me comí dos porciones de natilla este año fue mucho, los buñuelos pasaron de largo y no dejaron razón, y los postres más ligh parecen adueñarse del lugar que antes tenía la natilla.
Lo peor: la música decembrina, viejos clásicos como “El grillo”, “El trovador del valle”, “El duende alegre”, entre otras, desplazados ahora por el maldito reguetón, o un ritmo mamón mezcla de música norteña con guasca de tercera y un destemplado Jhonny Rivera y demás secuaces torturándo el martillo, el yunque y el estribo. El ingenioso doble sentido de épocas de antaño son vulgaridades a pulmón abierto y desabridas… ¡Y a todo taco! ¡Que maldito escándalo! Y en cada cuadra como de a cuatro equipos de sonido en mitad de la calle y cada uno con diferente ritmo que como dice mi mamá: -“¡Oiga que mazamorrero!”. Además diciembre parece el mes de las tusas y el desespero: “El que inventó la navidad no estaba solo…”, “…Vamos a brindar por el ausente…”, “..Amiga, esa lágrima en tus ojos….” y otra cantidad de temas que milagrosamente no se me quedaron impregnadas de tanto oírlas en el atronador equipo de sonido del vecino; si usted se pone a analizar todas esas letras y canciones son como pa´pegarse un tiro. ¡Que tristeza tan brava! Antes es que en Colombia sobrevive la gente.
En fin, otro año que se fue, otro que llega, vuelve la calma, siguen las penas, las deudas, la resignación y las esperanzas de un pueblo que por más de cuarenta años ha escuchado cada año minutos antes de que acabe el año “Faltan cinco pa´las doce”... Y apenas caigo en cuenta estos días: Si faltan cinco pa´las doce...quien putas está tocando las campanas de la iglesia a esa hora?
Feliz Año Nuevo!
sábado, 24 de marzo de 2007
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2 comentarios:
ke bueno jajaja es lo mejor que aya visto en mi vida muy muy bacano q realismo q simplesa q veridico lo difundire
Muy bueno, muy cierto y muy chistoso!!
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